El pasado 14 de diciembre se estrenó el spin-off de Star Wars, Rogue One: Una historia de Star Wars, y sin duda los fanáticos se volvieron locos… de alegría y de enojo (algunos).
Me tomé un tiempo para escribir esta reseña, porque debía dejar que el primer impacto que causó en mí pasara un poco. Pero ahora que he descansado, sólo me queda decir que esta es mi película favorita de Star Wars hasta ahora. Y por favor, créanme cuando les digo que debí meditarlo casi dos semanas.
No haré ningún spoiler, para eso pueden leer la reseña de mi esposo en su blog, en donde hace un análisis mucho más detallado, si los spoilers no le importan, le sugiero que haga click
aquí.
Tampoco hablaré en profundidad de los personajes, me enfocaré en la película en conjunto más que un análisis profundo.
La película comienza desde el principio marcando que esta no es la típica película de Star Wars, en donde los bandos están sumamente marcados, que el bien y el mal están tan delimitadamente establecidos que no tienes absolutamente ninguna duda de quienes son los héroes en las películas. En el caso de Rogue One, tenemos un grupo de, por decir, anti héroes, que tienen muchos más matices de los que la película deja ver.
Rogue One no trata sobre la prevalencia del bien sobre el mal, si no de querer hacer las cosas bien, lo cual no significa ser bueno o malo. Rogue One se trata del sacrificio por el bien mayor. Desde el comienzo, todos sabemos que la misión que tenía el Rogue One era básicamente un suicidio. Nadie en su sano juicio se enfrentaría sin ayuda (en principio) contra las fuerzas Imperiales; Por lo que para aquellos conocidos míos que en sus estados de redes sociales manifestaron su enojo con la trama de la película y se dicen fans de Star Wars, solo quiero decirles: Viejo, no entendiste nada. Besitos.
Rogue One, presenta una cinematografía de excelente nivel, tanto, que me molestó que las películas anteriores no intentaran ese camino. Las tomas (aunque digitales) eran espectaculares, dejaban ver toda la inmensidad y grandeza del espacio. Porque recordemos que Star Wars, es una película que ocurre en el espacio (¿Dónde está mi universo entonces Lucas? wtf)
Lo que me dejó perpleja al menos durante algunos momentos, fue la resurrección digital de Tarkin (el fallecido actor Peter Cushing). La reconstrucción del personaje por momentos era tan real, que llegué a preguntarme cuál fue realmente el presupuesto de esta película y quienes realizaron los rituales de resurrección. El rejuvenecimiento de la Princesa Leia por otro lado, me pareció un muy buen detalle, imaginé que las tomas del personaje serían mucho más acotadas, en cambio se jugaron todas las fichas y apostaron por una toma frontal y cercana. 10 puntos para Gareth Edwards (el director)
Las transiciones de tiempo, me parecen apropiadas. Esta es una película de guerra, eso debemos tenerlo claro, en donde generalmente todo sucede muy rápido y sin mayor explicación del contexto. En el caso de Rogue One, la película se toma su tiempo para presentarnos personajes complejos y matizados.
El uso de la cámara en movimiento me pareció un detalle fenomenal, porque te incluye en la acción (que no digamos que es poca), por lo que estás a cada momento pendiente de la acción, de los detalles y de que es lo que sucederá luego.
Pero lo que sin duda me hizo amar esta película, es que por un momento te olvidas del final que tiene esta historia. El final, más que ser anticlimático, te hace encajar a la perfección la transición que tiene el Episodio III con el Episodio IV.
Personalmente, esta película me dejó la misma sensación que tuve la primera vez que vi el Episodio IV (allá cuando tenía como unos 8 años y mi viejo se tomó la molestia de explicarme las complejidades que mi mente en desarrollo no logró captar de buenas a primeras), sólo que Rogue One, tiene una ambientación mucho más adulta. Debo decir, que la saga original tiene un dejo demasiado inocentón para mi gusto, por lo que me sorprendió muchísimo que ahora que Star Wars pertenece al (malvado) Imperio de Disney haya presentado una película madura con ética matizada (no todo es sobre el bien y el mal).
Salí muy contenta de la película, con emociones y sentimientos a flor de piel, porque como mencioné anteriormente, la película te hace olvidar como esta historia debe terminar.
Rogue One no se trata sobre los héroes. Los héroes aquí son otros. Pero los Rogue One fueron, al menos por primera vez en sus vidas, los héroes del momento. Sin ellos, nada habría sido posible.
Si aún no la ha visto. Véala. Si cree que necesita ver los otros 6 episodios, véalos (están en Netflix y por el cable a veces siempre hacen especiales).Vea la película, intégrese con la película, y sobre todo, disfrute la película.
