Los medios nos han vendido muchas
veces una visión muy idealizada de la vejez, con gente mayor que vive
plenamente; poco menos que una segunda adolescencia donde hemos dejado atrás
las responsabilidades de la edad adulta y nos disponemos a disfrutar de
nuestros últimos años. Cualquiera que viva en el mundo real sabe que eso no es
así; y si no, “Logan” te golpeará en plena cara con la cruda realidad.
Esta es la última entrega de la
saga de los mutantes que iniciara Fox a principios de este siglo,
revolucionando la forma en que hasta ese momento se hacían las películas de superhéroes.
Ahora, después de 17 años y muchos altibajos, llega el acto final para Hugh
Jackman en el papel que lo lanzó al estrellato, el de Wolverine, el mutante
badass que terminó siendo por derecho propio el protagonista de toda la saga
hasta ahora.
Pero este final es atípico, quizá
algo anticlimático, pues se desmarca de lo que hasta ahora vienen planteando
las grandes producciones de superhéroes y se aboca a darle un tono melancólico,
oscuro y más serio a la aventura final Jackman en la piel de James “Logan”
Howlett. Acá Logan es un hombre que tiene que lidiar con los achaques de la
edad avanzada, quien carga con toda la violencia y muertes que ha visto durante
su larga vida, y que se enfrenta la posibilidad de morir debido a que su cuerpo
ya no resiste el adamantium del que está revestido su esqueleto. Por otro lado,
Wolverine debe cuidar de un nonagenario Charles Xavier, quien debido a una
avanzada demencia senil no es capaz de controlar sus poderes psíquicos, transformándose
en una especie de arma de destrucción masiva, capaz de matar a todo el que se
encuentre a varios kilómetros a la redonda cuando sufre sus ataques.
A estos dos hombres rotos, tanto
por su vejez como por las culpas que deben soportar, se une una misteriosa niña
que cuenta con los mismos poderes de Logan, quien es perseguida por un grupo de
mercenarios ciborg que trabajan para quienes crearon a la chica y que la
quieren de vuelta. Este es el detonante para que el trío emprenda una huida que
los llevará a cruzar Estados Unidos de norte a sur en busca de un lugar seguro
para la chica.
“Logan” es una película violenta,
emotiva y dura, la cual cumple con la dura terea de trasmitir sentimientos a
los espectadores. Cuenta con actuaciones realmente destacables, como la del
trío de protagonistas, donde especialmente Patrick Stewart se encarga de
rompernos el corazón. En resumen, es una cinta que lleva el tema de los
superhéroes a otra dimensión, con un planteamiento maduro y honesto, prescindiendo
de toques de humor tonto o de efectismo artificial; contándonos sencillamente
el viaje y batalla final de un guerrero viejo y cansado.
“Logan” aún se encuentra en
cartelera, así que si no han podido verla, vayan cuanto antes al cine.
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